Sempronia: Una mujer ilustrada y valiente en la antigua Roma

29) Pero entre ellas estaba Sempronia, que había realizado frecuentemente muchas acciones de valor propias de un varón. Esta mujer fue bastante afortunada por su familia y su belleza, además de por su esposo y sus hijos. Estaba ilustrada en letras griegas y latinas, tocaba la lira y bailaba con más elegancia de la necesaria para una mujer, entre muchas otras cosas que son instrumentos de lujo.

30) Pero, puesto que las cosas humanas son frágiles y caducas, siempre debemos buscar a aquellos a quienes amemos y por quienes seamos amados; pues, apartado el cariño y la benevolencia, toda la felicidad se aparta de la vida. Para mí, ciertamente, Escipión, aunque me ha sido arrebatado súbitamente, sin embargo, vive y vivirá siempre; pues amé de aquel hombre una virtud que no se ha extinguido. Y no se presenta solo ante mis ojos, que siempre la tuve en mis manos, sino que será clara e insigne incluso para los venideros. Nadie emprenderá empresas mayores por espíritu o esperanza si piensa que su recuerdo y su figura no le deben ser mostrados.

31) Y sin embargo, habiendo asistido a la tumba de Aquiles en el Sigeo, dijo: "¡Oh afortunado joven, que encontraste a Homero como pregonero de tu valor!". Y en efecto, si no hubiera existido aquella Troya, la misma tumba que había cubierto su cuerpo también habría cubierto su nombre.

33) Miente quien te llama "vicioso", Zoilo. No eres un hombre vicioso, Zoilo, sino el propio vicio. -Recientemente Diaulo era médico, ahora es enterrador, lo que hace de enterrador, también lo había hecho de médico. -¿Por qué no te envío mis libros, Pontiliano? Para que tú no me envíes los tuyos, Pontiliano. –El libro que recitas es mío, Fidentino, pero cuando lo recitas mal, empieza a ser tuyo.