Sexualidad en enfermería: impacto del embarazo en el deseo sexual

Clasificado en Psicología y Sociología

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Sexualidad en enfermería

Actividades de enfermería:

  1. Facilitar un ambiente que favorezca la salud sexual.
  2. Dar orientación previsora.
  3. Valorar la normalidad.
  4. Instrucción.
  5. Consejo a las mujeres que deben adaptarse a cambios en sus formas ordinarias de expresión sexual.
  6. Provisión terapéutica intensiva para las mujeres que presentan problemas complejos.
  7. Consulta con otros profesionales apropiados.

Objetivos de enfermería:

  • Obtener una historia sexual breve de los deseos, el patrón de actividades y las preocupaciones sexuales de la pareja.
  • Obtener información objetiva sobre el embarazo actual y los antecedentes reproductivos de importancia.
  • Establecer un diagnóstico de enfermería con la valoración de aspectos en los que serían de utilidad información, sugerencias específicas y apoyo.
  • Basándose en la información obtenida, ofrecer sugerencias específicas y valorar su eficacia.

Etiquetas:

  • Mantenimiento inefectivo de la salud.
  • Fatiga.
  • Náuseas.
  • Vómitos.
  • Riesgo de infección.
  • Patrón sexual inefectivo.
  • Disfunción sexual.
  • Trastorno de la imagen corporal.

Primer trimestre

Las náuseas y los vómitos que aparecen después de la sexta o séptima semana del embarazo pueden afectar al deseo sexual. La hipersensibilidad mamaria, que es común al principio del embarazo, puede volver especialmente dolorosa la estimulación de los pechos durante la excitación. La fatiga excesiva ocasionada por los cambios hormonales quizá limite, en algunos casos, el interés sexual.

Segundo trimestre

Hacia el cuarto mes del embarazo, los tejidos que rodean el interior de la vagina “maduran” y se vuelven turgentes por aumento de la vascularidad y el volumen sanguíneo de la región. Los tejidos se conservan así durante todo el embarazo, y pueden hacer que la mujer se encuentre en un estado casi constante de excitación. Debido a la congestión de los órganos pélvicos causada por la presión del feto que crece, algunas mujeres sienten la constante necesidad de desahogo sexual. Algunas sentirán remordimiento por este aumento del deseo sexual; sin embargo, es necesario explicar a ambos compañeros que esta inquietud es normal. La fase de resolución requiere más tiempo y es menos completa, lo que incrementa la sensación de congestión. Conforme evoluciona el embarazo, el abdomen sigue aumentando de volumen, y a la embarazada le es incómoda la posición “clásica” (el varón arriba). La pareja puede probar otras posiciones para prevenir la presión abdominal o la penetración profunda. La vaginitis, la presión sobre el abdomen o la acometida del pene contra el cuello uterino pueden hacer doloroso el coito (dispareunia). Quizá los movimientos fetales disminuyan el deseo sexual de la pareja.

Tercer trimestre

La embarazada puede experimentar pirosis e indigestión y, posiblemente, hemorroides, fenómenos todos que tienden a inhibir el interés sexual. Después del orgasmo, el útero puede experimentar una contracción sostenida que se mantiene durante un minuto o más. Algunas mujeres perciben con placer este fenómeno; otras temen que ponga en peligro el resultado del embarazo, lo cual, sin embargo, no se ha demostrado. Conforme progresa el embarazo, la mujer puede sentirse desgarbada o hermosa, y por tanto dirigirá en cualquiera de estos sentidos su interés sexual. Durante el tercer trimestre pueden volver la fatiga y los problemas concomitantes a causa de la falta de sueño y la tensión física.

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