El siglo XVIII europeo: el inicio de la modernidad

EL SIGLO XVIII EUROPEO. EL INICIO DE LA MODERNIDAD.

El siglo XVIII es una época decisiva en la historia de la cultura de Occidente. Socialmente, asistimos al auge y consolidación definitiva de la burguesía, grupo que haría desaparecer la vieja sociedad estamental (como Gran Bretaña y como Francia). Económicamente, es fundamental el proceso de industrialización iniciado por la burguesía. Políticamente, despotismo ilustrado 'todo para el pueblo'. Culturalmente, la razón se convierte en el motor de la sociedad. El siglo XVIII ha sido denominado siglo de las luces o ilustración.

EL MARCO HISTÓRICO ESPAÑOL:

Por otra parte, se produce la unificación definitiva de los reinos peninsulares en un único estado central cuya capital será Madrid. El pensamiento ilustrado, ya cultivado en Francia durante el siglo XVII, tardará en llegar a España. Principalmente, a la existencia de una estructura social desequilibrada en la que una gran masa rural. Los índices de alfabetización eran, por otra parte, bajísimos. La renovación cultural, científica y técnica fue lenta y tardía. En el terreno social, esta época se caracterizó por los movimientos de población, que se fueron concentrando en Madrid, País Vasco y Cataluña, regiones donde se estaba produciendo un auge económico. Aumenta la clase media, se produce un descenso de la nobleza y el clero. El número de artesanos y burgueses se incrementó en gran medida. El concepto de trabajo y de la educación, que crece el número de universitarios. La enseñanza un servicio público dirigido por el estado.

LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL SIGLO XVIII:

El siglo XVIII desaparición progresiva del barroco, aparición de nuevos estilos, desarrollan estéticas diferentes.

POSBARROCO:

Primera mitad del siglo aún se imita la dificultad barroca y las formas culteranas y conceptistas, si bien ha desaparecido el pesimismo anterior se observa una visión del mundo más optimista.

ROCOCÓ:

Con este término aludimos a un arte juguetón y superficial que aboga por el buen gusto, la coquetería, la gracia y el ingenio.

NEOCLASICISMO = ILUSTRACIÓN:

Es el estilo oficial del despotismo ilustrado, y ha sido considerado como el más característicamente dieciochesco. Sus rasgos definitorios: didactismo, utilitarismo y la búsqueda de un arte reflexivo (deseo de volver a la literatura clásica).

PRERROMANTICISMO:

Presenta una serie de elementos que se escapan del dominio de la razón, y que anuncia la llegada del estilo prerromántico propio del siglo XIX, si bien nunca se pierde de vista la racionalidad.

LA PROSA. EL ENSAYO:

Si bien no faltan algunas manifestaciones de prosa novelesca, es el ensayo, sin duda, el género prosístico más importante del siglo XVIII en España.

OBRAS:

Benito Jerónimo Feijoo: Teatro crítico universal, obra en la que ataca las supersticiones y las falsas creencias. José de Cadalso: figuras fundamentales del siglo, cultivo diversos géneros literarios, pero la prosa es la que alcanza sus más altas cotas expresivas. Cartas marruecas, colección de 91 epístolas en las que vierte sus pensamientos sobre la sociedad y la cultura española.

EL TEATRO:

Los esfuerzos de los ilustrados iban destinados a conseguir un nuevo teatro que siguiera la regla de las tres unidades.

OBRAS:

Tomás de Iriarte: El señorito mimado y La señorita malcriada. Gaspar Melchor de Jovellanos: Educar llegando al corazón, novelas sentimentales. Educar conmoviendo. Leandro Fernández de Moratín: Comedia neoclásica. Visión de los jóvenes enamorados. El sí de las niñas.