Sistemas manuales y automáticos de extinción de incendios

Sistemas manuales de extinción con equipos fijos

La posible propagación de incendios, contra los que no sería posible luchar sólo con extintores portátiles, demandan equipos fijos con mayor capacidad de extinción; tanto para ser usados de forma manual como para que se activen automáticamente.

Bocas de incendio equipadas (BIE)

Es un dispositivo de extinción de incendios constituido básicamente por una manguera alojada en un soporte giratorio abatible fijado a la pared, conectada a una red de abastecimiento de agua continua. En su extremo dispone de una lanza-boquilla que permite proyectar el agua sobre el foco de fuego de forma manual, con capacidad de regulación para adoptar las siguientes posiciones: cierre, agua pulverizada y chorro compacto.

Columna seca

Conducción normalmente vacía, que partiendo de la fachada del edificio discurre generalmente por la caja de escalera y está provista de bocas de salida en pisos y de toma de alimentación en la fachada para conexión de los equipos del Servicio de Extinción de Incendios (bomberos), que es el que proporciona la presión y el caudal de agua necesarios para la extinción del incendio.

Hidrantes de incendio

Dispositivo de toma de agua situado en el exterior de los edificios y conectado a la red de abastecimiento, que permite el suministro agua en caso de incendio a mangueras directamente acopladas a él, o bien a tanques o bombas de los servicios de extinción. Hidrante de columna seca: Sin carga de agua mientras no se usa. Se evitan problemas de heladas o de golpes. Hidrante de columna húmeda: Con carga de agua permanente. Mecanismo más simple.

Sistemas automáticos de extinción

Como no siempre es posible contar con la presencia constante de personal capaz de actuar ante el inicio de un incendio a cualquier hora o lugar, con frecuencia resulta necesario contar con un sistema de extinción de activación automática.

Elementos de extinción

Rociadores (Sprinklers): Son dispositivos automáticos que, conectados a una red de suministro, permiten proyectar superficialmente agua sobre zonas donde se detecte un fuego, en cantidad suficiente para extinguirlo. Constituye el medio de protección contra incendios de mayor fiabilidad, simultaneando en un mismo sistema la detección y la extinción.

Sistemas de extinción por agua pulverizada

Con el sistema de nebulización se consiguen tamaños menores de gotas de agua que con los de pulverización, mejorando así sus prestaciones como agente extintor y reductor de humos y gases derivados de la combustión. Por estos motivos su uso es cada vez más frecuente, sobre todo en salas de máquinas, generadores eléctricos y en general en aquellos recintos (buques, hospitales, hoteles, …) donde la rápida evacuación resulta difícil o imposible.

Sistema de un solo fluido: Requiere una sola red de tuberías para transportar el agente extintor (agua) a las boquillas, que es impulsado a alta presión (entre 15 ó 20 bares).

Sistema de doble fluido: Con dos redes de tuberías, una para transportar el agua y la otra para el agente atomizador (nitrógeno); este último se guarda en botellas presurizadas a 200 bares.

Sistemas de extinción por gases extintores

Estos agentes extintores son sumamente eficaces, actuando de forma limpia sin casi dejar rastro sobre los equipos y bienes protegidos; no obstante, en determinados recintos ocupados por personas, durante la extinción del fuego pueden llegar a reducir las proporciones de oxígeno a niveles intolerables para la respiración. El agente se almacena en forma de gas comprimido o licuado y se puede ubicar lejos del espacio protegido. Los más utilizados son: el CO2, los hidrofluorocarbonados (HFC), y los gases inertes (gases nobles o similares).