Sociedad ilustrada

7.2. Un régimen de terror

El Estado alemán se convirtió en un estado policial que impuso su régimen por medio del terror. Dos poderosos cuerpos policiales, las SS* (organización militar y de seguridad del Estado que actuaban como guardaespaldas de Hitler y controlaban el exterminio de los judíos) y la Gestapo (policía secreta), ambas bajo el control de Himmler, se encargaban de perseguir toda oposición y de imponer el orden, incluso entre los suyos, como sucedíó durante la "Noche de los Cuchillos Largos"* en la que las S.S asesinaron a muchos dirigentes de las S.A incluyendo a su líder, percibidos por Hitler como una "amenaza" para su poder.

            El mantenimiento de la pureza racial de la sociedad alemana trajo consigo la persecución de los judíos, a los que se culpaba de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial y de la perversión de la sociedad en su conjunto. En 1933 se promulgó el boicot a los negocios judíos, en 1935 se dictaron las Leyes de Nuremberg*que impedían los matrimonios mixtos entre judíos y alemanes y los excluían de la ciudadanía alemana. En 1938 se les obligó a llevar un distintivo para identificarlos y tuvo lugar la llamada "Noche de los Cristales Rotos"* en la que innumerables sinagogas y establecimientos judíos fueron asaltados por miembros de las SS y la Gestapo bajo el pretexto del asesinato del secretario de la embajada alemana en París a manos de un joven judío de origen alemán.

            Respecto al resto de la oposición, esta se fue viendo recluida en campos de concentración, activos desde 1933, en donde realizaban trabajos forzados.

7.3Autarquía económica y rearme

Desde un punto de vista económico el III Reich propuso promover una reactivación de la economía alemana para hacer de este país una potencia mundial con el objetivo de enfrentarse en una guerra contra Francia y Gran Bretaña. Esto supónía que la economía estaba supeditada a proyectos expansionistas y militares.

            El Estado nazi ejercíó un fuerte dirigismo económico que tenía como objetivo conseguir la autarquía económica* (política económica que pretende la autosuficiencia de un país, produciendo en este todo lo que se necesite y reduciendo al mínimo las importaciones).

            Se dio absoluta prioridad a la industria armamentística aunque también se impulsaron las obras públicas, como modo de combatir el paro y contentar a la población. Estas incluyeron la construcción de autopistas e infraestructuras.

            El objetivo último del nazismo era la construcción de un gran Imperio como forma de obtener un espacio vital en el que pudiera asentarse la población alemana para satisfacer todas sus necesidades, imposibles de alcanzar en el limitado territorio de Alemania. Para ello Hitler fue incumpliendo los acuerdos del Tratado de Versalles, reintroduciendo el servicio militar obligatorio y creando un poderoso ejército (Wehrmacht) y la aviación, la Lutfwaffe.