Subgéneros teatrales del siglo XVIII en España

Subgéneros teatrales que se desarrollan durante el siglo:

• Teatro popular. Los SAINETES son el subgénero estrella. Su principal autor es Ramón de la Cruz (escribió más de 300). Obras con personajes populares, elementos cómicos y sentimentales, y lenguaje coloquial de la época.
• Tragedia. En este subgénero se encarna el ideal de belleza neoclásico (imitación de la vida de los héroes, sujetos a pasiones violentas y catástrofes). Toman como modelo a la tragedia clásica francesa (de Racine, Corneille y Moliere). La tragedia que obtuvo más éxito en la época es Raquel de Vicente García de la Huerta.
• Comedia neoclásica. Es, sin duda, el tipo de teatro más importante del siglo XVIII español. El autor más representativo es Leandro Fernández de Moratín (El sí de las niñas).

La comedia neoclásica

Responde a la preocupación por el cumplimiento de la preceptiva neoclásica. Se escriben comedias de considerable calidad y finura. De acuerdo con las leyes del decoro poético, los autores solo sacan a escena a personajes comunes: los burgueses y sus criados. Y dado su carácter didáctico, critica los vicios y debilidades de la sociedad, y trata de mostrar la vía de la razón y del sentido común en la resolución de los conflictos.

Leandro Fernández de Moratín definía así la Comedia neoclásica: “Imitación en diálogo (escrito en prosa o en verso), de un suceso ocurrido en un lugar y en pocas horas, entre personas particulares, por medio del cual y de la oportuna expresión de afectos y caracteres, resultan puestos en ridículo los vicios y errores comunes en la sociedad y recomendados, por consiguiente, la verdad y la virtud”.

Características generales de la comedia neoclásica:

• lenguaje natural;
• intención didáctica;
• verosimilitud (debe parecerse a la verdad, a la realidad);
• respeto por la regla de las tres unidades (unidad de tiempo, espacio y acción);
• uso de la prosa o el verso breve;
• estudio profundo del carácter de los personajes;
• la acción dramática pasa a un segundo plano, frente al diálogo;
• escenografía sencilla;
• acotaciones breves y concisas.

Leandro Fernández de Moratín

Es hijo del también escritor, Nicolás Fernández de Moratín. Nace en Madrid en 1760. Es secretario de Interpretación de Lenguas y director de la Junta de reforma de los teatros. Durante la guerra de la Independencia se hace afrancesado y apoya la monarquía de José Bonaparte. Es expulsado por los absolutistas y se traslada a Barcelona y de ahí a otras ciudades europeas. Muere en París en 1828.

Cultiva varios géneros literarios, pero la autoridad de Moratín se manifiesta en la comedia, en la que aúna la ideología neoclásica con el éxito popular. Para él, la comedia debe perseguir por encima de todo, una finalidad didáctica y ha de ridiculizar los comportamientos que nacen de la barbarie, la ignorancia y las malas costumbres. La verdad y la virtud presiden sus obras. Su modelo constante es Molière, a quien tradujo. Moratín denuncia con frecuencia en sus obras la hipocresía burguesa.

Obras de Leandro Fernández de Moratín:

• El viejo y la niña;
• El barón;
• El sí de las niñas;
• La comedia nueva y El café.

Algunos de los temas más frecuentes en sus comedias son: la condena de los matrimonios concertados por los padres. Los efectos negativos que una educación represiva produce en los jóvenes. O la mediocridad literaria del momento.

María Rosa de Gálvez (1768-1806)

Poeta y dramaturga del Neoclasicismo. En su época fue atacada por consideraciones ajenas a su mérito literario (feminismo, independencia, conducta moral ajena a los valores de la época, su supuesta relación con Godoy (ministro de Carlos IV). Escribe un total de 17 obras teatrales Su tema más habitual es la conquista de la libertad, por lo que se opone a los matrimonios de conveniencia (como Moratín).

Obras de María Rosa de Gálvez:

• Familia a la moda,
• La delirante o Un loco hace cien.