El teatro desde los años sesenta hasta 1975

En torno al año 1965 los autores españoles se cansan de un teatro técnicamente sencillo y comienzan a aplicar en sus obras las tendencias vanguardistas europeas y americanas que se venían desarrollando desde principios de siglo (teatro pobre, teatro de la crueldad, living teatre, etc...)

Principales tendencias y autores:

a) Teatro comercial. Hasta el año 1975 el teatro continua escindido en teatro comercial y el teatro que tiene dificultades para ser representado. El teatro comercial sigue dominado por comedias melodramáticas, de intriga o de humor. Sigue estrenando autores como Miura, pero sobresale un nuevo autor de forma relevante: Antonio Gala: es uno de los autores más conocidos en la actualidad. Con respecto al teatro, presenta obras salpicadas con frecuencia de toques poéticos y simbólicos y cierta propensión hacia lo didáctico o moralizante. Su éxito se debe a obras como Los verdes campos del Edén y El sol en el hormiguero.

b) El teatro social. El teatro realista de intención social encuentra dificultades para ser representado debido a la censura, a las conservadoras estructuras del teatro comercial y al público, poco propenso a innovaciones escénicas o ideológicas. En general, sigue manteniendo las mismas características del teatro que triunfaba en la década anterior y siguen siendo los mismos autores, ya consagrados en los años 50 (como Buero Vallejo o Alfonso Sastre…) quienes desarrollan su labor dramática con desigual éxito.

c) El teatro experimental. Surge en esta década un movimiento de renovación que origina una búsqueda de la experimentación formal y de cauces dramáticos diferentes. Para ello pondrán su mirada en los movimientos dramáticos vanguardistas europeos que consideraban el teatro, primordialmente, como un espectáculo en donde el texto literario es un ingrediente más pero ni mucho menos el único.

Principales autores del teatro experimental: Francisco Nieva: sus obras presentan influencias del surrealismo y del esperpento, y suelen tratar temas humorísticos, la mayoría de las veces humor negro. El mismo autor ha clasificado su obra de la siguiente manera: teatro furioso, con influencias del esperpento de Valle-Inclán y de la pintura de Francisco de Goya. Teatro de farsa y calamidad, más sencillo que lo anterior. Teatro de crónica y estampa: en este apartado el propio autor incluye la obra Sombra y quimera de Larra (1976), centrada en la vida de Mariano José de Larra. Fernando Arrabal: su teatro se caracteriza por la mezcla de elementos surrealistas, esperpénticos y absurdos, en busca siempre de la provocación. Denomina al conjunto de sus obras teatro pánico.

d) El teatro simbolista. Los simbolistas se caracterizan por un acentuado carácter vanguardista, un marcado pesimismo y el uso frecuente de la simbología animal. Usan elementos provocadores como la sexualidad, el lenguaje escatológico y agresivo y la violencia verbal para mostrar el poder opresor.

e) El teatro experimental a partir de finales de los años sesenta. Durante este periodo nos vamos a encontrar una gran diversidad de tendencias de renovación y experimentación teatral protagonizadas por grupos de teatro independientes. Características: 1) son grupos cuya característica común es desarrollar un sistema de trabajo colectivo, al margen del teatro comercial. 2) Estaban compuestos por aficionados o por equipos artísticos poco profesionalizados. 3) Representaron obras de los autores realistas y del teatro experimental que no encontraban lugar en los cauces convencionales. 4) Técnicamente se caracterizaron por la sencillez escénica, ya sea por razones estéticas, por precariedad de medios o por el carácter itinerante de estos grupos que debían montar y desmontar la obra con facilidad.