El teatro español desde la posguerra hasta la actualidad

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El teatro español tras la guerra civil

El teatro español había perdido los autores e innovadores de la época tras la guerra civil, como Valle-Inclán, Lorca o Unamuno. Otros se encontraban en el exilio: Max Aub, Alberti y Ale Casona. Mientras en los escenarios europeos se representaban obras muy novedosas como el teatro épico-colectivo de Bertold Brecht, España estaba invadida por un teatro burgués convencional para entretener a un público burgués conservador. Además, la censura no dejaba estrenar obras contra los valores morales. Hasta 1949 que inicia la renovación con Historia de una escalera de Buero Vallejo.

El teatro de la posguerra

El teatro de la posguerra está formado por el teatro continuista: un teatro que triunfa y acoge una larga nómina de dramaturgos (José María Pemán, Joaquín Calvo, Juan Ignacio Luca de Tena) cuyos estrenos son acontecimientos sociales. Tienen las características:

  • Son piezas bien construidas con diálogos fluidos y equilibrio dramático.
  • Se desarrolla en los interiores de la clase media sin problemas económicos.
  • Los temas son enredos amorosos, aparentes infidelidades, conflictos entre padres e hijos.
  • Critica las costumbres burguesas pero sin atacarlas, continuando así la tradición de la comedia de salón.

La comedia es el género de este tipo de teatro. Lo representa José López Rubio, premio nacional de teatro 1954 con Celos del aire y La venda en los ojos. Otros autores optan por el costumbrismo con Pemán, La viudita naviera, o por las obras de tema histórico de Luca de Tena.

Teatro existencial y del realismo social

Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre llevan al teatro los problemas humanos, el compromiso, la denuncia de la injusticia y la lucha por la libertad. Antonio Buero Vallejo plasma en la evolución de su obra la trayectoria del teatro español después de la guerra. Todas sus piezas indagan sobre la condición humana. Sus personajes viven en un eterno interrogante con esperanza. Su etapa existencial destaca La historia de una escalera, personajes con vidas inútiles y frustrantes, y La ardiente oscuridad. Su etapa social se inicia con Hoy es fiesta donde se refleja la miseria, también destaca El concierto de San Ovidio, El tragaluz y Las Meninas, un tema histórico en el que destaca a Velázquez como artista con libertad de poder. En su tercera etapa hay una renovación formal, con obras como La fundación en la que se explica la tortura de las cárceles. Además de Caimán.

En el teatro de Alfonso Sastre se denuncia la sociedad además usa técnicas dramáticas de renovación. De sus obras destacan Escuadra hacia la muerte y La mordaza, además formó un grupo de teatro llamado Arte Nuevo. En esta época destaca también Antonio Gala que enlaza comedia de salón y un teatro simbolista y existencial. Destaca Los buenos días perdidos, trata de la desolación de una familia, engañada por un aventurero. Anillos para una dama, drama histórico, o Las citaras colgadas de los árboles sobre la marginación del siglo XVI o la comedia ¿Por qué corres Ulises?

Teatro experimental y renovador

Las innovaciones europeas de la posguerra llegan a España. En los 70 se produce una renovación teatral basada en el espectáculo. Este modo de representar se llama teatro subterráneo. Autores que no están de acuerdo con el sistema y llevan su protesta a través del teatro. También destacan los grupos de teatro independientes en esta etapa: el TEI, Tabano, La Cuadra… Destaca Fernando Arrabal que propuso una revolución total de la escena en la línea vanguardista. Creó el teatro pánico con rasgos del surrealismo y del esperpento de Valle-Inclán. De sus obras destaca Pic-nic.

Teatro desde 1975

Se denomina neorrealismo a dicha época ya que todos los géneros literarios vuelven a la tradición. En el teatro español hay espectáculos de grupos independientes y de autores experimentales como Fran Nieva. Los nuevos autores destacan la comedia neorrealista, con temas de actualidad: drogas, paro. Entre ellos destaca José Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro; además de Ernesto Caballero y José Sanchis Sinisterra con Ay Carmela, obra sobre la guerra civil española y la situación de unos cómicos.

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