Tipos de almacenes y su clasificación
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Según su estructura
Los almacenes se clasifican en dos tipos:
- Almacén cubierto: Está constituido por un edificio o nave provistos de paredes y techo para procurar una protección completa de la mercancía frente a los cambios de temperatura, humedad, viento, etc.
- Almacén al aire libre: El área del almacén está delimitada con cercas o muros. La mercancía queda a la intemperie porque no corre el riesgo de deteriorarse.
Según el grado de automatización
- Almacén en bloque: La mercancía de este tipo de almacén se organiza en bloques según la resistencia de la base y la estabilidad de la columna que se forma. No es un sistema muy común y su uso se reduce al almacenaje de materiales de construcción.
- Almacén Convencional: En este tipo de instalación la mercancía se organiza en estanterías y se accede a ellas mediante transpaletas o elevadores, manuales o motorizados. Su altura de carga oscila entre los seis u ocho metros.
- Almacén automatizado: La opción más avanzada para manipular y almacenar la mercancía es mediante robots, transelevadores y cintas transportadoras automáticas. Un sistema informático instalado en un ordenador central se encarga de dirigir y controlar todo el proceso desde la recepción de la mercancía hasta su exposición.
Según el régimen jurídico
- Almacén propio: Esta opción requiere una capacidad económica importante para adquirir la propiedad o, si no, recurrir a la financiación bancaria. Además, la inversión en terrenos e instalaciones será mayor en función de la zona donde se quiera implantar la empresa y de su actividad, lo que supone asumir más riesgos. Estos factores conducen, en muchas ocasiones, a desestimar esta opción.
- Almacén alquilado: Es la opción más común, ya que reduce los costes fijos y los transforma en variables, lo que permite una mayor flexibilidad a las empresas.
- Almacén en régimen de renting: Al igual que con los vehículos y la maquinaria, esta opción ofrece la posibilidad de disponer de unas instalaciones en régimen de arrendamiento con el mantenimiento incluido.
- Almacén en régimen de leasing: Consiste en un alquiler con opción a compra, o arrendamiento financiero, es decir, tras una determinada fecha acordada en el contrato, la empresa arrendataria podrá adquirirlo en propiedad por un valor residual que debe figurar en el contrato.