Tirso de Molina y Calderón de la Barca: Dramaturgos del Siglo XVII

Obra

Escribió alrededor de ochenta dramas, El burlador de Sevilla y El condenado por desconfiado.

Estilo

• Creación de caracteres: su profundo conocimiento del alma femenina le hace trazar los caracteres de tal modo que sus personajes representan un determinado carácter psicológico y se convierten en modelos: en don Juan, estereotipo de galán despiadado, o en doña María de Padilla, mujer digna y reina eficiente.
• Comicidad: es especialmente llamativo en los personajes secundarios. Tirso eleva la figura del gracioso a sus más altas cotas.

Su estilo se caracteriza por el contraste entre largas intervenciones poéticas de los protagonistas y las burlas de los personajes secundarios, el uso moderado de figuras retóricas, la ironía y una cierta apariencia de naturalidad que es producto de profunda elaboración.

El burlador de Sevilla

La acción comienza en Nápoles. En su huida hacia España, naufraga cerca de Tarragona, donde es socorrido por la pescadora Tisbea. Marcha hacia Sevilla, ciudad donde vive nuevas aventuras amorosas, que concluyen con el asesinato de Gonzalo de Ulloa. Escapa allí logra seducir a una recién casada. Regresa e inventa a la estatua de don Gonzalo en una cena macabra.

Durante el siglo XVII, la comedia nacional llega a su punto culminante de perfección barroca con Calderón de la Barca, cuyo labor creará escuela.

Obra

La obra de Calderón se suele dividir en dos etapas:

• A partir de 1621 comienza la primera época, escribe comedias cortesanas, y de capa y espada, "La dama duende" o "Casa con dos puertas, mala es de guardar".
• Entre 1630 y 1640, su segunda época, Calderón se convierte en un clásico de su tiempo y alcanza su madurez como dramaturgo. En esta década escribe:

• Grandes tragedias bíblicas, como Los cabellos de Absalón y de honor como El médico de su honra.
• El alcalde de Zalamea, en la que el debate entre individuo y poder, honor estamental y virtud personal alcanzan la perfección teatral.
• Amar después de la muerte, que cuenta la épica sublevación de los moriscos frente al absolutismo militar de Felipe II.
• La vida es un sueño, drama sobre la libertad del hombre.

Estilo

• Orden en la estructura, rigor y claridad en el planteamiento, nudo y desenlace del conflicto. Todo se concentra en torno al protagonista principal de la obra.
• Destaca Calderón por la estilización de su lenguaje.
• Intensificación de recursos.