VILLANCICO DE JUAN DE LA ENCINA comamos y bebamos

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ANÁLISIS DEL VILLANCICO DE JUAN DE LA ENCINA RITMO Es un ritmo ternario, muy marcado, con carácter de danza popular. Aunque en la partitura encontramos un compás de tres por cuatro, con la negra como unidad, no debemos olvidar que estamos ante una trascripción y que la notación original difería bastante de la actual. En todo caso, el compositor no ha empleado más que dos figuras, con toda probabilidad la brevis y la semi-brevis, que el autor de la trascripción ha convertido en blancas y negras. Es muy característico de la época el uso de la hemiolia, que establece una fuerte tensión rítmica, produciendo el efecto de alternancia de un compás ternario cada dos binarios. La incorporación de la barra de compás, que en el original no estaría, hace necesario el recurso de ligar dos negras para así mantener dicho esquema rítmico. Otro procedimiento muy habitual en las canciones polifónicas lo encontramos en los compases que forman la cadencia final, donde las distintas voces invierten su esquema rítmico de negras y blancas, estableciendo un gracioso juego en la distribución de los acentos.
MELODÍA La parte del soprano asume el protagonismo presentándonos una melodía que tiene todas las características propias de la canción popular: - Un ámbito muy reducido que no abarca más de una quinta. - Progresión por grados conjuntos, con un único salto de tercera. - Estructura a base de pequeños motivos que se repiten. - Carácter modal, aunque en la cadencia final, la alteración cromática del do y el movimiento del bajo introducen cierto sabor tonal de re menor. TEXTURA Aunque en la partitura encontramos una escritura polifónica a cuatro voces, ya hemos visto que toda la importancia melódica es asumida por el soprano, al que las otras voces sirven de acompañamiento. Esto se hace más evidente en la audición, cuando llega la estrofa, pues en ella la melodía del soprano es la única que se canta, mientras las demás voces son interpretadas por instrumentos. Así pues, sería más apropiado hablar de “melodía” acompañada que de verdadero tejido polifónico. El tratamiento dado a la voz de tenor y de contralto es realmente el de un “relleno”. El tenor marcha todo el tiempo en terceras paralelas con el soprano, mientras el contralto apenas hace más que repetir las notas la y do. Es precisamente esta polarización del interés en las dos líneas extremas (soprano y bajo) lo que da a estas canciones españolas un carácter más moderno que el de las composiciones cultas de su misma época. TIMBRE Aunque la partitura presenta el aspecto de una composición para voces solas, sabemos que lo habitual en la interpretación de villancicos era acompañarlos con los instrumentos que se tuviese a mano, doblando las voces, o incluso sustituyendo algunas con los instrumentos melódicos y marcando el ritmo con los de percusión. Esto es lo que encontramos en la audición. Para empezar, escuchamos toda la pieza interpretada sólo con instrumentos, a modo de introducción. Después, los estribillos se cantan a cuatro partes (soprano, contratenor alto, tenor y contratenor bajo) siendo éstas dobladas por instrumentos. Estos estribillos alternan con coplas en las que sólo se canta la parte del soprano (aunque no necesariamente en la tesitura de soprano, sino cada vez en una tesitura diferente) mientras los instrumentos realizan las demás voces. Entre los instrumentos que se han empleado en esta versión encontramos, en la familia de cuerda frotada, distintos tipos de violas; en la cuerda pulsada, una vihuela y una guitarra; en el viento madera, dulzainas, chirimías y bajones; en el metal, cornetas y sacabuches; en la percusión, tambor y pandereta.FORMA Es un Villancico castellano. Tiene una estructura que deriva del zéjel árabe, en la que se da una alternancia de copla y estribillo. Esta estructura no coincide con la del poema y afecta sólo a la música. Así, el estribillo es simplemente un período musical que se repite obligatoriamente después de cantar la estrofa o copla, aunque cada vez lo hace con un texto distinto. La música de la estrofa está tomada enteramente de la segunda parte del estribillo. GÉNERO Música vocal profana, inspirada en la música popular. PERÍODO ARTÍSTICO Renacimiento. CRONOLOGÍA Segunda mitad del siglo XV. AUTOR Juan de la Encina.

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