A Guerra Civil Española e a Revolución de 1936

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1.1La rebelión

Se inicia la tarde del 17 de Julio en la guarnición de Melilla, los oficiales rebeldes se hicieron con la ciudad sin dificultad, lo mismo pasó con Ceuta y Tetuán. Esa noche Franco vuela desde Canarias y llega a Tetuán para ponerse al frente del ejército de África. El jefe de Gobierno, Casares Quiroga, perdió unas horas decisivas sin tomar ninguna medida. El día 18 por la mañana, Queipo de Llano se sublevó en Sevilla, cuando los sindicatos quisieron reaccionar era ya tarde. El golpe triunfó en casi todas las capitales de Castilla, en algunas ciudades gallegas, en Andalucía occidental, Extremadura, Baleares y Canarias.

Casares Quiroga dimitió, el nuevo jefe de gobierno Martínez Barrio también dimite. El PSOE y el PCE convocaban la movilización a toda su militancia.

En Pamplona, Mola espera a la mañana del 19 para sublevarse. En Andalucía los sublevados consiguieron desembarcar algunas unidades del Ejército de África, que iniciaron una marcha hacia el norte con el objetivo de enlazar las dos zonas en las que había triunfado el golpe.

1.2El fracaso del golpe y sus causas

La rebelión fracasó, pero en Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Levante y buena parte de Andalucía permanecieron leales a la República.

Los fracasos mas graves se produjeron en Madrid y Barcelona. En Barcelona la CNT lanzó a los obreros a las calles y se hizo con armas para enfrentarse a tropas golpistas, cuando llegó Goded, que debía tomar el mando de los sublevados solo pudo rendirse ante el Gobierno de Companys. En Madrid, José Giral entregó armas a milicias obreras, que vencieron a los golpistas que se habían refugiado en el Cuartel de la Montaña.

En general, el golpe triunfó o fracasó en función de dos condiciones fundamentales: la rapidez y coordinación de sus protagonistas, y la capacidad de reacción de las fuerzas populares.

4.1 La revolución de 1936 en la zona republicana

Tras el golpe de 1936, partidos y sindicatos obreros se hicieron con el control de los transportes, servicios urbanos, suministros militares y centros de producción. El gobierno de Giral se incautó por decreto todas las empresas afectadas. Fueron inmovilizados los capitales de cuentas corrientes y depósitos, y se prohibió la transmisión de bienes inmuebles. También fueron incautadas propiedades de la iglesia.

En el campo se produjo la ocupación masiva de fincas, tanto de grandes latifundios como propiedades pequeñas y medianas. En las zonas de predominio socialista comunista, se procedió a la socialización  de la tierra y de la producción, mientras los anarquistas establecieron colectivizaciones y comunas en sus zonas de dominio. La España republicana asistía en verano de 1936 a una auténtica revolución social.

4.2 El gobierno de unidad y las tensiones internas

El 5 de Septiembre se formó un nuevo gobierno de unidad, con socialistas, comunistas, republicanos y nacionalistas, presidio por Largo Caballero y con el apoyo de la CNT. A los pocos días, las cortes aprobaban el estatuto vasco, y José Antonio Aguirre se convertía en el primer lendakari.

El gobierno intento recuperar el control sobre la economía y el Ejército. Nombro Comités Directivos en los bancos para controlar el movimiento financiero e intento regular la colectivización de la tierra. También gestionó los envíos de material militar ruso y estableció las Brigadas Mixtas. En Noviembre se incorporaron por primera vez cuatro dirigentes anarquistas al Gobierno republicano.

Pero a causa del asedio de Madrid obligo al gobierno a trasladarse a Valencia y dejar la resistencia en la capital en manos de las Juntas de Defensa. El éxito de esta creo tensiones en el gobierno, que se añadieron a las existen entes con ejecutivos vascos y catalanes, que rechazaban las exigencias del gobierno para centralizar decisiones clave de la guerra.

En el fondo del enfrentamiento existía la discrepancia entre los dos modelos revolucionarios de los republicanos. El primero era el de CNT-FAI y POUM. Ambas defendían la colectivización de tierras y fábricas y la creación de comunas como células de producción. Tenía importancia en Valencia, Aragón y Cataluña. Este modelo descentralizado conectaba con los puntos de vista nacionalistas.

El segundo modelo decencia el controlar la producción y reconvertirla hacia la economía de guerra y esto excluía la autogestión y el control descentralizado. Era la línea defendida por socialistas y republicanos, pero sobre todo era la postura en la que insistía el PCE, que empezaba a influir por su posición sólida de cuadros militares milicianos y por el apoyo exterior de la URSS.

4.3 La crisis de Mayo de 1937 y el gobierno de Negrín

La tensión entre ambos bloques estallo en una insurrección y combates callejeros en Mayo de 1937 en Barcelona. La Generalitat decidió eliminar comités de vigilancia y centralizar la dirección del orden público. La ocupación de Telefónica por parte de la Generalitat provoco una insurrección y durante 4 días la ciudad se llenó de barricadas y tiroteos entre POUM y anarquistas, contra comunistas y cuerpos de seguridad.

La insurrección fue usada por el PCE y soviéticos para pedir la disolución del POUM, y antes la negativa del gobierno, los comunistas abandonaron el gabinete y provocaron la dimisión de Largo Caballero.

Se formó un gobierno presidido por Juan Negrín, inclinado a tesis comunistas y el POUM fue declarado ilegal. Este gobierno conto con el apoyo de todos los grupos y duro hasta el final de la guerra. Mejoro la capacidad militar y culmino la formación del Ejercito Popular. También se consiguió organizar una autentica economía de guerra.


4,4. El hundimiento de la República

Desde que los franquistas llegaron al Mediterráneo, en Marzo de 1938, algunos dirigentes comenzaron a plantear la necesidad de negociar, pero Negrín se negó rotundamente, apoyado por el PCE. Su tesis era la de resistencia a ultranza, bajo la hipótesis de que el asceno del fascismo iba a provocar una guerra europea que cambiaría el curso de la contienda en favor de la República.

El éxito inicial de la ofensiva del Ebro pareció dar la razón a Negrín. Pero en otoño la contraofensiva franquista y la claudicación de las democracias con la firma del Pacto de Múnich terminaron con las esperanzas republicanas. El propio Negrín aceptó la marcha de las Brigadas Internacionales, y la ayuda soviética empezó a disminuir.

Tras la caída de Cataluña, las opiniones favorables a la negociación se extendieron. Pero el cansancio de la guerra y el hambre en las grandes ciudades hacían muy difícil la situación. El golpe del coronel Casado, en Marzo de 1939, acabó con cualquier posibilidad de resistencia.


4.5. La organización de la zona sublevada: la Junta de Defensa Nacional

La muerte del general Sanjurjo en Lisboa el 20 de Julio de 1936 descabezó el movimiento. Los generales golpistas se reunieron en Burgos el día 24 y constituye ron la Junta de Defensa Nacional, como órgano provisional de gobierno. La Junta declaró la ley marcial. Toda la autoridad quedó en manos de los militares.

Los derechos civiles fueron suprimidos. Se prohibieron las reuniones políticas, se estableció una rígida censura de prensa, se disolvieron todos los partidos y sindicatos del Frente Popular y se incautaron sus bienes. También los partidos que habían colaborado con el golpe vieron drásticamente Iimitada su libertad de acción. Sus símbolos y los militares fueron los únicos permitidos.

El aparato de propaganda del nuevo régimen inició una campaña para presentar Ia rebelión como un «alzamiento nacional», un movimiento supuestamente popular contra la

En la justificación del golpe y del nuevo Estado tuvo un papel primordial la Iglesia, la mayor parte de cuya jerarquía apoyó la conspiración y presentó la lucha como una «cruzada» para salvar a España del ateísmo.

4.6. La economía de guerra

La implantación de un poder militar permitió establecer la economía de guerra desde el principio. Se cancelaron todas las medidas de reforma agraria y se restituyeron las tierras a sus antiguos dueños. También se estableció una prestación personal de los campesinos para garantizar la recogida de las cosechas. En 1937, se creó el Servicio Nacional de/ Trigo, con el fin de comprar toda la producción a un precio oficial para distribuir los excedentes. No hay que olvidar que las principales regiones cerealeras quedaron desde el principio en la zona de los sublevados. Gracias a ello, no hubo escasez y se garantizó el suministro a las tropas y una renta mínima a los campesinos.

El mismo dirigismo marcó la política financiera. La Junta recabó desde el principio la ayuda de la oligarquía económica, que durante toda la guerra financió al Gobierno de Burgos. Para poder atender los gastos de guerra, se estableció una Junta paralela del Banco de España que autorizó la emisión de moneda.


4.7 El ascenso de Franco y su sifnificado

El apoyo de Alemania, el peso del ejército de África y el éxito de las operaciones de Extremadura hizo que Franco fuera el general más influyente de entonces. Tras plantear la idea de un mando único, sus compañeros decidieron dar a Franco la jefatura. El 1 de Octubre tomó posesión en Burgos como “jefe del Gobierno del Estado español”.

Este nuevo modelo político dio lugar a una dictadura personal y un régimen militar en el que Franco tenía el absoluto poder.

Sin embargo el fracaso en la conquista de Madrid, obligó a iniciar una lenta prolongación de guerra que fue suscitada por el propio Franco para eliminar al enemigo y afirmar su poder dentro de la España nacionalista.


4.8 El Decreto de Unificación y la configuración del nuevo Estado

El nuevo régimen adquiere una definición mucho mas clara. El Decreto de Unificación creaba un partido único, Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Entonces los viejos dirigentes de Falange quedaron apartados.

El nuevo partido seguiría estrictamente el modelo del fascismo italiano y del nazismo alemán. Sus estatutos se basaban en la creación de un nuevo Estado, conocido como Movimiento Nacional.

Las primera leyes intentaban asentar con firmeza el régimen totalitario. Se le otorgó a Franco plenos poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Se formó el primer Gobierno, cuyos ministros debían jurar fidelidad al Caudillo. La ley de prensa instauró la censura y el Fuero del Trabajo eliminaba toda organización patronal o sindical.  Los servicios sociales fueron eliminados.

La iglesia recibió su recompensa debido al apoyo ejercido y por ello se fijo un sueldo estatal para los sacerdotes. Se permitió también el retorno de la Compañía de Jesús y se eliminaron el matrimonio civil y el divorcio.

El carácter totalitario del nuevo Estado terminó con el restablecimiento legal de la pena de muerte. La Ley de Responsabilidades Políticas declaraba rebelde a aquel que se había opuesto al Movimiento.


1.1. Fundamentes ideológicos del franquismo

Una rotunda concentración del poder en la figura de Franco. Todas las instituciones le estaban completamente subordinadas, y sus miembros lo eran por voluntad del Caudillo. Pero dicho régimen también tuvo una serie de componentes ideológicos.

En primer lugar, el anticomunismo, para los vencedores, los comunistas eran llamados ‘’rojos’’, lo que incluía desde la extrema izquierda revolucionaria hasta la burguesía. La propaganda anticomunista arreció a partir de 1950, cuando el régimen fue admitido en las organizaciones internacionales en el contexto de la Guerra Fría.

En segundo lugar, el antiparlamentarismo, la democracia parlamentaria se identificaba con lo antiespañol y el marxismo. Siempre se presentó el sistema parlamentario como un modelo débil.

En tercer lugar, la dictadura se identificó plenamente con el catolicismo, hasta que se la etiquetó con el término nacionalcatolicismo. El dominio de la Iglesia sobre la vida social, la educación era absoluto. Incluso la enseñanza religiosa era obligatoria en la universidad. Tenía plenos poderes de censura y una presencia constante en los medios de comunicación, se impuso una estricta moral católica, cuyo incumplimiento era castigado por el Código Penal.

La cuarta característica fue el tradicionalismo, el régimen exaltó los símbolos y la historia de Castilla, identificándola con la de España, especialmente los mitos de la reconquista y del Imperio de los Austrias.

En contraposición, la propaganda franquista calificó la autonomía de las regiones como antiespañola. Se prohibió el uso de cualquier lengua que no fuera el castellano. El régimen fue desde el principio militarista, la vida cotidiana se llenó de desfiles, uniformes y símbolos castrenses. En cualquier acto público se exalta la bandera y el himno nacional. La prensa recordaba constantemente la guerra, la victoria y la unidad de la Patria.

Hubo una serie de rasgos fascistas muy marcados, los símbolos y uniformes, inspirados en el fascismo y el nazismo. La existencia de un partido único, la exaltación del Caudillo, el desprecio a las instituciones o la violencia como medio de control de masas.

             1.2. Las bases sociales de la dictadura

La Dictadura devolvió a la oligarquía terrateniente y financiera su hegemonía, no solo recuperaron sus empresas y propiedades, también el dominio de la vida social. Fueron los principales beneficiarios de la economía de las primeras décadas franquistas. A esta alta sociedad se incorporaron militares, falangistas y personajes enriquecidos por la guerra. El régimen también contó con el apoyo de las clases medias rurales, sobretodo del norte y en ambas Castillas.

En el proletariado y jornaleros la dictadura apenas tuvo respaldo, lo mismo ocurrió entre las clases medias urbanas, que habían sido republicanas. Pero la disconformidad no era sinónimo de protesta, así que optaron por la aceptación del régimen ya que la represión era durísima.


1.3. Los cuadros del régimen: las familias políticas

Los partidos políticos fueron prohibidos. Solo se permitió la Falange, pero se prohibió a la prensa llamarla partido, pasó a ser denominada Movimiento Nacional.

Las familias del régimen, son grupos colaboradores con el régimen.

La primera de ellas eran los propios falangistas, dicho partido ya no tenía nada que ver con el partido de José Antonio. Muerto el líder y marginados los viejos dirigentes, Franco se quedó con la jefatura única y el partido se convirtió en ‘’cantera’’ de dirigentes y cuadros para la dictadura. Sus organizaciones como el Frente de Juventudes, la Sección Femenina o la Organización Sindical, dominaban la vida económica y social. En los primeros años los falangistas ocuparon cargos más significativos, pero la derrota de las potencias fascistas en la 2º Guerra Mundial hizo que su presencia en los gobiernos fuera disminuyendo.

Los militares eran otra de las familias, el que permaneció más tiempo junto al dictador fue Carrero Blanco. Los militares no formaron nunca un grupo de presión porque Franco cuidó siempre de mantener al Ejército en un papel estrictamente subordinado a su persona.

En tercer lugar, otro grupo influyente eran los católicos, y más tarde, también el Opus Dei.       A raíz del Concilio Vaticano II en 1962, se produjo un distanciamiento progresivo entre la jerarquía española y la dictadura, que terminó en abierto conflicto, ello no impidió que miembros del Opus Dei se mantuvieran en el poder hasta la muerte del dictador.

También los monárquicos colaboraron, los carlistas tuvieron un papel secundario.

Pero realmente, todas estas familias no dejaban de ser ficticias. Franco, que carecía de una ideología política clara, elegía a sus colaboradores al margen de etiquetas, para hacer carrera se necesitaba lealtad, prudencia, y carencia de ambiciones mayores. Franco siempre evitó que nadie acaparara demasiado poder.

             2.1. La institucionalización del régimen

Franco amplió su poder, se fijaron los ministerios y se autorizó al jefe del Estado a aprobar decretos-ley sin previa deliberación del Gobierno. El régimen se caracterizó por la permanente función constituyente del jefe del Estado, quien podía establecer o modificar aspectos que un sistema democrático se incluirían en la Constitución. Así la dictadura, fue constituyendo un sucedáneo de Constitución a través de sucesivas leyes orgánicas.

Entre 1938 y 1946 se aprobaron las cinco primeras. El Fuero del Trabajo, prohibía el sindicalismo de clase y otorgaba el control de las relaciones laborales a la Organización Sindical.

La Ley Constitutiva de las Cortes de 1942 establecía una Cámara elegida por sufragio indirecto y por el propio Franco. Las Cortes franquistas no representaban la soberanía nacional, el Caudillo conservaba plena protestad legislativa.

El Fuero de los Españoles, ley aprobada en 1945, era una especie de declaración de derechos y deberes que reafirmaba el carácter tradicionalista.

La Ley de Referéndum Nacional permitía a Franco convocar un plebiscito para que el pueblo aprobara directamente una ley.

La Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado de 1946, definía al régimen como un ‘’reino’’ y autorizaba a Franco a elegir a su propio sucesor.


2.2. La alianza con las potencias fascistas durante la 2ª Guerra Mundial

La evolución del régimen estuvo muy condicionada por la política externa. En 1939 el Gobierno firmó el acuerdo de asociación al Eje Berlín-Roma-Tokio. España se convirtió en aliada de las potencias fascistas. Eb Octubre de 1940, una vez que los alemanes arrasaran Francia, se produjo la entrevista en Hendaya entre Franco y Hitler. El encuentro fue un fracaso: ni Franco aceptó la propuesta alemana de cambiar su posición de simple no beligerancia y entrar en guerra, ni Hitler aceptó las pretensiones de Franco de obtener territorios en África. Eso no impidió en 1941 el envío de la División Azul, unidad de voluntarios para apoyar a los nazis contra la URSS.

A partir del verano de 1942, las primeras derrotas alemanas hicieron necesario un cambio de orientación, y la diplomacia española inició un progresivo giro hacia los aliados.

             2.3. El aislamiento internacional y los cambios dentro del régimen

En 1945, tras la victoria, los dirigentes aliados denunciaron el apoyo de Franco a Alemania e Italia durante la guerra. La postura de bloqueo frente a España fue creciendo y en Febrero de 1946 la Asamblea de la recién creada Organización de las Naciones Unidas votó en contra de la entrada de España en sus organizaciones. La ONU declaró el régimen español como una amenaza de la paz internacional. El aislamiento había comenzado. Se agravó la situación económica y se prolongaron las secuelas de hambre. Solo el envío de petróleo estadounidense y el envío masivo de trigo por el Gobierno argentino permitieron la supervivencia del régimen. EEUU evitaba la ruptura con un país que podía ser clave en la recién iniciada Guerra Fría.

En el interior, la dictadura intentó lavar su imagen, lo que aumentó la influencia de la Iglesia y el número de ministros católicos.

             2.4. La represión

Durante toda la década de los 40 se mantuvo con dureza la represión contra republicanos. Los campos de concentración se extendieron por todo el país y continuaban las ejecuciones. Se estableció un clima  de terror, ya que cualquier sospechoso de haber colaborado con los ‘’rojos’’ podía ser denunciado.

             2.5. El fin del aislamiento: el acuerdo con EEUU

A partir de 1948 la situación internacional comenzó a girar a favor del régimen. En 1950 la ONU levantó la recomendación de retirada de embajadores y autorizó la entrada de España en organismos internacionales. La firma del acuerdo con los EEUU permitió la instalación de bases norteamericanas en España en 1953.

El acuerdo militar fijaba el establecimiento durante diez años de cuatro bases de utilización conjunta (Torrejón de Ardoz, Zaragoza, Morón, y la naval de Rota) y numerosas instalaciones de radar y seguimiento.

El acuerdo económico se concretó en más de mil millones de dólares en ayudas de todo tipo: asistencia técnica, construcción de las bases, créditos y excedentes de productos agrarios y bienes de equipo norteamericanos.

Ese año se firmó un Concordato entre el Vaticano y España. En 1956 España reconoce la independencia de Marruecos siguiendo las indicaciones de la ONU.


2.6. Los conflictos políticos internos de la década de los 50

En 1956, una serie de graves incidentes en la Universidad entre estudiantes antifranquistas y miembros del SEU (Sindicato estudiantil falangista).

Pero los cambios fundamentales se produjeron en los ministerios económicos, con la entrada de varios ministros procedentes del Opus Dei, apoyados por Carrero Blanco. Aprobaron las leyes que acabaron por normalizar la organización del Estado, dándole una base jurídica de la que hasta entonces había carecido.

Se aprobó la sexta de las leyes orgánicas del franquismo, Ley de Principios del Movimiento Nacional.

La entrada en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial, unida a la visita del presidente Eisenhower a España, sirvió para generar euforia y reforzar la imagen de Franco.

             3.1. LA REPÚBLICA EN EL EXILIO.

Tras la guerra, la mayoría de los exiliados huyó hacia Francia y más tarde hacia América Latina a causa de la guerra europea. Otros se sumaron a la resistencia contra los nazis y miles de ellos acabaron en los campos de concentración. Muchos comunistas emigraron a la URSS y lucharon en las filas del Ejército Rojo.

El Gobierno de la República en el exilio confiaba en una victoria de las democracias pero en 1945 llegó la decepción al quedar patente la decisión de las potencias de no intervenir en España. A partir de 1949 el régimen franquista empezó a remontar el aislamiento, y la entrada en la ONU en 1955 acabó por hundir las expectativas. Los sucesivos gobiernos en el exilio fueron debilitándose y se produjo un alejamiento respecto de los militantes clandestinos en el interior.

             3.2. LA GUERRILLA ANTIFRNQUISTA.

Muchos combatientes republicanos se ''echaron al monte'', tras la guerra, e iniciaron su labor de hostigamiento a las fuerzas del orden y del Ejército, a través de pequeñas partidas que se refugiaban en las montañas del norte y del interior. Estaban dirigidas por anarquistas y comunistas, y en 1944 el PCE organizó una entrada masiva de guerrilleros, los maquis, por el Pirineo, que se saldó con un fracaso.

Las acciones guerrilleras se intensificaron a partir de 1945, y obligaron a utilizar numerosos efectivos de la Guardia Civil y del Ejército para combatirlas. Poco a poco, las partidas fueron capturadas o exterminadas. Hacia 1947 la guerrilla comenzó a declinar, y sólo grupos muy aislados continuaron algunos años refugiados en las montañas. En 1948 el PCE renunció a la táctica guerrillera.

  3.4. LA OPOSICIÓN INTERIOR EN LA POSTGUERRA

La resistencia interior era difícil de organizar. La represión desmanteló por completo los cuadros dirigentes de partidos y sindicatos, exiliados, encarcelados o ejecutados. La escasa información, el miedo y el hambre bloquearon la capacidad de reacción de unas masas obreras y campesinas diezmadas por la guerra ye el exilio.

La CNT y el PCE, y en menor medida el PSOE, consiguieron organizar algunas células de resistencia. Solo en 1945, ante la victoria aliada, se multiplicaron las acciones de propaganda y las emisiones de radio. En 1946 y 1947 se producen las primeras huelgas en varias ciudades, a las que el régimen respondió con durísima represión.

             3.4. LAS PRIMERAS PROTESTAS SOCIALES.

Surgieron protestas contra las subidas de precios, como las huelgas de 1952 en Barcelona, País Vasco y Madrid contra las tarifas de los tranvías y las huelgas clandestinas contra los bajos salarios. Su relativo éxito fortaleció la oposición clandestina.

Pero fue mucho más importante el inicio de la protesta universitaria. Profesores y alumnos pedían mayor libertad en las cátedras y en la opinión pública. La tensión estalló en Febrero de 1956 cuando los falangistas respondieron con violencia al ser derrotados en las elecciones de la Facultad de Derecho de Madrid.

La crisis obligó a dimitir a Ruiz-Giménez y provocó un cambio en el Gobierno. Demostró que había una nueva generación dispuesta a oponerse a la Dictadura.

4.1. LA AUTARQUÍA EN LA POSGUERRA.

En 1939 España era un país arruinado demográfica y económicamente, y la mayoría de la población padecía hambre.

Las autoridades optaron por un régimen de autarquía económica y de intervención del Estado. El modelo era el del fascismo italiano, tan admirado entonces por los falangistas.

Una serie de decretos implantó un sistema de intervencionista. Se fijaron precios y se obligó a entregar al Estado todo excedente de cosecha. Se fundó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 y se canalizó a través del Estado cualquier permiso de importación o exportación.

Los dirigentes franquistas carecían de objetivos económicos claros. El sector agrario volvió a superar el 50% de la renta nacional, lo que suponía la clara regresión económica. El estallido de la Segunda Guerra Mundial y el alineamiento de España con las potencias del Eje dificultaron la situación.

Las consecuencias fueron nefastas. Las cosechas eran muy pobres, inferiores a las de 1936. Los índices de producción industrial permanecieron igualmente hundidos, como la renta nacional y la renta per cápita. El mercado negro y la corrupción se extendieron a todos los sectores: manejo de divisas, licencias de importación y exportaciones, construcción o fabricación en régimen de monopolio de productos y suministros al Estado.


4.2. EL HAMBRE DE LA POSGUERRA

En 1939 el país estaba literalmente arrasado. Con el sistema productivo y desecho y una agricultura empobrecida, el hambre se extendió a la gran mayoría de la población. El nuevo régimen tuvo que recurrir al racionamiento.

Una parte importante de los bienes esenciales de consumo pasaron a depender del mercado negro, el estraperlo. Gracias a él una minoría se enriqueció a costa de la pobreza general. También se generalizó la corrupción: para obtener un empleo o iniciar un negocio digno se hacía necesario tener una ''recomendación'', contactos o medios económicos para sobornar y abrirse camino.

             4.3. EL FIN DE LA AUTARQUÍA EN LOS AÑOS CINCUENTA.

El giro en la política económica se inicia con el cambio de gobierno de 1951. Se decretó una liberación parcial de precios, comercio y circulación de mercancías. Sus efectos y los de una buena cosecha permitieron terminar con el racionamiento en 1952. Se inició entonces una expansión económica. En 1954 se superaban las cifras de renta por habitante de 1935, y el sector industrial comenzó a crecer, al tiempo que disminuía proporcionalmente el peso del sector agrario en la renta nacional.

Al crecimiento contribuyeron las ayudas estadounidenses, que comenzaron a llegar en 1951. Los créditos norteamericanos permitieron aumentar las importaciones de bienes de quipo.

Los presupuestos seguían siendo deficitarios, y la balanza comercial también. A partir de 1955 se reprodujeron las huelgas y las protestas. Ni Franco ni sus asesores sabían cómo dirigir la economía del país. Hubo que esperar a la crisis del gobierno de 1957 para convencer al dictador, que aceptó entregar la dirección económica a los ''tecnócratas'' del Opus Dei.

             4.4. EL PLAN DE ESTABILIZACIÓN DE 1959.

La reforma económica que se puso en marcha en 1959 tenía como objetivo conseguir un fuerte ritmo de crecimiento, una rápida industrialización y la conexión de la economía española con la internacional. El Decreto-Ley de Nueva Ordenación Económica se aprobó tras superar las reticencias de casi todo el Gobierno. Era un plan de estabilización típico, diseñado según las indicaciones del FM y del Banco Mundial.

Se trataba de liberar la economía, mediante la supresión de trabas burocráticas, el recorte de gastos público y la apertura al exterior. El plan se inició con una serie de medidas restrictivas: se suprimieron organismos burocráticos, se recortó el presupuesto y se subió el precio a los servicios públicos. Se liberalizaron los precios protegidos, aumentaron los tipos de interés y se restringieron los créditos bancarios. Se devaluó la peseta.

Consecuencia inmediata fue la entrada masiva de capitales de las multinacionales en sectores clave, como el energético.


4.5. EL DESARROLLO ECONÓMICO DE LOS AÑOS SESENTA

Entre 1959 y 1969 se produjo un fuerte parón económico: caída de salarios, de precios y del consumo. Se consiguieron los objetivos de reducción del déficit y de acumulación de capitales, y a partir de 1961 comenzó el proceso de relanzamiento. La economía española creció a un ritmo altísimo, que se basó sobre todo en el aumento del sector industrial y de servicios, y propició un profundo cambio en la sociedad española.

La expansión industrial se baso en los bajos salarios y en la masiva llegada de inversiones extranjeras. También la tecnología procedía del extranjero: importaciones de bienes de equipo y de energía, petróleo.

El crecimiento de la industria produjo una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las grandes ciudades. Otros muchos buscaron trabajo en Europa. El resultado fue el alza de salarios en el campo que impulsó la mecanización del campo. La modernización agrícola y despoblamiento del interior fueron fenómenos paralelos.

La balanza de pagos dejó de ser deficitaria por la entrada masiva de turistas, que llegaron a cubrir el 80% del déficit comercial. Las inversiones extrajeras y las aportaciones de los emigrantes, que enviaban buena parte de sus ganancias en Europa para el mantenimiento de sus familias.

A partir de 1963, el Gobierno intentó regular el crecimiento mediante los llamados Planes de Desarrollo: en periodos de tres años conseguir una serie de objetivos de crecimiento en sectores clave, mediante incentivos fiscales y ayudas estatales. Se crearon los polos de desarrollo para promocionar la instalación de nuevas industrias y así generar empleo en zonas deprimidas. El resultado fue decepcionante.

El crecimiento económico español entre 1961 y 1973 fue elevado y constante, y significó una profunda transformación en el tejido productivo y la apertura del exterior. El crecimiento fue posible gracias a la expansión de la economía mundial. Hubo inversiones extranjeras y divisas a través del turismo, y empleo para los emigrantes españoles. La crisis de la economía mundial de 1973, derivada del alza de los precios del petróleo, afectó ya de forma profunda a España, deteniendo bruscamente el crecimiento.

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