Oratoria romana

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Los romanos comenzaron entonces a prestar atención a la oratoria como género literario, es decir, como un arte sometido a una serie de normas. Esto afecto a la retórica griega. La retórica romana y sus manuales teóricos principales son una reelaboración de la retórica griega. Son originales la disposición de las materias y las interpretaciones jurídicas y las propuestas procesales, el valor educativo asignado a la educación y la práctica de la elocuencia, la cual requiere un sistema político que respete la libertad de expresión. Los oradores romanos conocieron la Téchne Rhetorike de los griegos asistiendo a sus escuelas. Entre el 85 y 82 a.C al encontrarnos una obra retórica escrita en latín: Rhetorica ad Herennium, atribuida a Cornifio. Es un manual amplio de 4 libros. Esta obra realizó una tarea importante: instituir la nomenclatura retórica latina mediante traduciones. Las cinco secciones que el orador puede poseer son: -Inventio: capacidad de encontrar argumentos verdaderos que hagan creíble la causa. -Disposito: ordenación y distribución de los argumentos de la forma más eficaz para la causa. – Elocutio: Uso de palabras y de frases oportunas de manera que se adaptan al tema del discurso. – Memoria: habilidad para retener los argumentos en la mente. – Actio: capacidad de armonizar la voz, el aspecto. De los tres elementos para clasificar los diferentes tipos de discurso era el destinatario, se podían dar tres tipos de auditorio: las asambleas, los juicios y los discursos de lucimiento. Las primeras dos clases de auditorio tienen una característica común su juicio puede alterar una situación. La tercera clase está formada por los espectadores quienes se pronuncian sobre el talento del orador. La retórica distinguía tres tipos de discurso:- género deliberativo, género judicial y género demostrativo. Oratoria primitiva: Nuestro conocimiento de la elocuencia se debe al Brutus de Cicerón, en el que aparecen más de doscientos nombres de oradores. Los oradores publicaban sus discursos con fines de propaganda política y moral.

 Catón cuyas oraciones debían disimular todo rastro de artificio parecer lo más naturales posibles y libres, según Catón el orador “es un hombre de bien que posee facilidad de palabra” Oratoria Ciceroniana: La oratoria política y judicial alcanza con Cicerón sus cotas más elevadas., Cicerón ha sido estudiado bajo tres aspectos: su relación con el asianismo, las ideas oratorias de su madurez y su relación con el aticismo. Después de pretender más ponderación en el gusto y más fondo en las ideas, aparece una tendencia oratoria llamada aticista, los aticistas eran L. Brutus y J. Cesar. Cicerón dedicó a lo largo de su vida varios discursos a la reflexión sobre el arte de la oratoria: -de oratore: debate dramatizado entre l. Craso y M. Antonio pone en contraposición la tesis de relación mutua entre ciencia y elocuencia. – Brutus: mediante una conversación entre Bruto, Ático y él mismo plantea la revisión de la elocuencia. – Orator: una reacción contra el estilo asiánico, en el que insiste en la necesidad de que el orador no descuide al filosofo. Oratoria Postciceroniana: después de la muerte de cicerón, la lucha entre aticistas y asianistas se resolvió a favor de los aticistas. Se ponen en el primer periodo del principado de Augusto. En la segunda parte de la época Augusto se impone al asianismo y al mismo tiempo la oratorfi inicia si total declive. Los últimos textos sobre la elocuencia se darán: Con Marco Favio Quintiliano, abogado y maestro de retórica. Escribió un tratado en 12 libros titulado institutio oratoria, sobre la formación del orador. Con Cornelio Tácito, en su Dialogus de oratoribus , donde se plantean las cosas de la transformación de la elocuencia.

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