Autoconcepto de género y androginia psicológica

Masculinidad y feminidad:

Los términos de masculinidad y feminidad tienen una larga tradición en el discurso psicológico, aunque se encuentra entre uno de los conceptos más heterogéneos tanto desde el punto de vista teórico como empírico. La investigación psicológica sistemática sobre la masculinidad y la feminidad se inició a principios del s.XIX y se sitúa dentro de la tradición que considera el sexo como variable sujeto. A partir de aquí se inician los ntentos de definir de manera sistemática estos dos términos y desarrollar instrumentos con los que medir la dichos términos.. Hay diferentes conceptos de los dos términos:

-concepción tipológica: la persona en función de su sexo biológico poseerá unas carácterísticas o rasgos de personalidad y psicológicos propios de su sexo. Hay dos tipos de personas, masculinas y femeninas y se percibe a estas dos como conceptos separados que no son iguales ni se pueden relacionar, es decir, nacer niña implica unas carácterísticas propias de las niñas y en los niños pasa igual. En esta época era impensable que las niñas tuviera otras carácterísticas que no fuesen las femeninas y mucho menos las masculinas, y viceversa.

-Concepción unidimensional: se percibe la masculinidad y la feminidad como dos polos de un continuo y todo se sitúa en algún punto de ese continuo. Si existe la probabilidad de que una persona presente carácterísticas que no son propias de su genero entonces es porque no se tratan de dos universos separados sino de una misma dimensión dentro de la cual existen ciertas tendencias. En esta concepción ambos conceptos también son excluyentes.

-Concepción de la adroginia psicológica: la masculinidad y la feminidad son dos dimensiones indepedientes y cada persona se sitúa en relación a ambas dando lugar a cuatro posibilidades. Ya no importa el sexo, cualquier persona puede situarse en cualquier punto de la distribución. Para medir ésta se utiliza el “Bem Sex Role Inventory” que coge 60 ítems, 20 masc, 20 fem, 20 neutros y los sujetos dentro de una escala deben decir con que adjetivos  se identifican más y así obtendríamos la dimensión en la que se encuentra. En ningún caso medidos el sexo ni la orientación sexual, solo reflejamos como ella misma se ve.