Diferencias entre templo griego y romano

tema 2 Arquitectura religiosa: no tiene mucho peso en la arquitectura romana, hace una aportación simbólica.

En Roma el templo es la síntesis de los ideales romanos. Arquitectónicamente tiene un papel secundario con respecto al templo de Grecia. En esta época se le denomina como grecoromano pero no solo recibe influencias griegas sino también etruscas (foto templo). En los templos de los etruscos el llamado crepidoma griego (plataforma de tres escalones) desaparece, se crea un plinto al que se sube por unas escaleras situadas en el frente del templo. Se plantea en ellos un eje rector, que en los foros romanos marcará el eje de ordenación principal. Si los templos griegos eran templos períptelos, en estos el peristilo se sitúa solo al frente, templo pseudoperíptelo, y la cella se ensancha ocupando el espacio del peristilo. Lo que permanece invariable respecto al griego es la cubierta de doble faldón. El templo en Roma nos marca la relación con el edificio que le antecede, que solía ser el foro.Templos romanos de la República:

- Templo del foro de Roma: se mantienen las columnas adosadas a la cella, que pretenden dar esa imagen de peristilo que no lo es. Próstilo, tetrástilo y pseudoperíptero. - Maison Carrée(Nimes, Francia): es el prototipo canónico del templo romano.- Tholos del foro Boario. - Tholos de Vesta (Tivoli): es de tipo funerario.

Santuarios:- Fortuna viril (Palestrina, Italia), época de la República: El templo es un tholos. Su acceso se hace mediante rampas cubiertas. Desde el acceso se crea un eje que acaba en el tholos. Es un espacio aterrazado. El pueblo queda supeditado a esa ordenación del santuario.

Espacios funerarios: Se situaban extramuros. - La pirámide de Callos Cestio. - Mausoleo de Adriano: es el más sorprendente, estaba situado extramuros en la ciudad de Roma y tiene unas formas muy potentes.

 Panteón: La verdadera singularidad de Roma es el Panteón mandado construir por Adriano. Es un templo dedicado a todos los dioses, y se construye debido a que el templo anterior que estaba situado allí, el templo de Agripa, se destruye.

La fachada en sí no es muy importante, es una solución convencional que esconde un espacio interior rotondo.

El templo se alzaba sobre un plinto que con el paso del tiempo ha desaparecido, por lo que ahora está enrasado al suelo. En la parte frontal tiene un frontis rectangular. El pronaos es octástilo (con ocho columnas en la fachada y con cuatro en los laterales) y en él habían dos estatuas, y una de ellas era la de Agripa un detalle que Adriano quiso incorporar y que demuestran su conocimiento y su respeto por la historia. En el pronaos además hay tres naves, desde la central se accede al interior. Es una arquitectura de machihembrado ya que el cilindro y el rectángulo del frente se unen mediante una pieza rectangular.

La singularidad de este templo es el espacio interior, un espacio circular que encierra una esfera prefecta con una bóveda de hormigón de 43’4 metros de diámetro, cuya clave está abierta con un óculo central de 9 metros de diámetro. Es un espacio estático. En el trasdós (lo que vemos desde fuera) presenta 3 niveles y en intradós 2. La geometría radial de la cúpula es diferente a la que hay en el suelo. En la construcción de esta cúpula se utiliza opus cementicius que cambia de grosor según la altura. Además hay una estrategia de puesta en obra, se crean huecos que van cambiando para que la construcción sea posible, así los casetones de la cúpula aligeran el peso de esta.

En el interior contrasta el uso de mármol en las paredes y suelo, de diferentes colores que dan sensación de lujo y calidad con la caementa vista de la cúpula. Es un templo que reúne la logística y la depuración del opus caementicius con un amplio programa simbólico. La planta representa la tierra y la cúpula la cúpula celeste; intenta explicar cómo funciona el mundo como un disco en el que se puede ver a través del hueco de la cúpula las distintas posiciones del Sol a lo largo del día, creando un reloj. Por lo tanto el espacio interior es el protagonista.

En el siglo VII el Papa Bonifacio IV decide transformar este espacio en una iglesia, la iglesia Santa María de los Mártires.