Elegías de Ovidio

. Autores y obras Quizá el primer elegíaco propiamente romano fue Cornelio Galo, cuya obra no se ha Conservado. Aparte de él, son considerados como los mayores representantes de la elegía Tibulo, Propercio y Ovidio. Cornelio Galo Cayo Cornelio Galo 69-26 a.C, amigo personal de Augusto y después caído en Desgracia, fue un poeta estimado en su tiempo. Nos queda sólo un pentámetro de su obra que Comprendería cuatro libros de elegías dedicados a su amada Licoris. Tibulo Biografía Albio Tibulo (c.55-19 a.C) nacíó en Gabios, una ciudad del Lacio. Procedía de una familia acaudalada del orden ecuestre, que había Sido víctima de las confiscaciones del segundo triunvirato. Pertenecíó al Prestigioso círculo de poetas de M. Mesala, de quien era íntimo amigo ya 2 3 Que había combatido con él durante la Guerra Civil en el bando de Augusto. También cultivó la Amistad de Horacio, Virgilio, Propercio y Ovidio. Su prematura muerte trunca una carrera Literaria de prestigio. Fue llorado por Ovidio en su Elegía a la muerte de Tibulo. Obra Se conserva de él una colección de 33 Elegías repartidas en tres (o cuatro) libros. Son Auténticas las de los dos primeros libros, cada uno de los cuales está dedicado a una amada Distinta de nombre ficticio: el primero se compone de diez elegías dedicadas a Delia (en Realidad una mujer casada de origen plebeyo, llamada Plañía), por la que sintió un tierno e Idílico amor del que se sintió esclavo. El segundo, compuesto por seis elegías, está consagrado a Némesis, por quien experimentó una pasión arrebatadora. Aunque no es fácil separar la realidad y la ficción en estos amores cantados por Tibulo, Sus elegías respiran veracidad y dan la impresión de que se trata de sentimientos y pasiones Vividos por el poeta. El resto, que contiene los amores de un desconocido Lígdamo, un panegírico de Mesala Y los amores de Sulpicia, sobrina de Mesala, con Cerinto, no parece ser obra de Tibulo, salvo tal Vez algunas elegías del último grupo. Su poesía se caracteriza por su sencillez, claridad, armónía y precisión. Prescinde de la Erudición mitológica y de la ornamentación retórica. En cuanto a los temas que trata, la mayoría son los propios de la elegía: rechazo de la Guerra, el comercio y la riqueza y, en contraste con el desasosiego del soldado y el hombre de Negocios, cultivo de la vida sencilla y tranquila, en el campo, al lado de la amada. Al tema del Amor, concebido militia amoris como es normal en la elegía, se le une su devoción por la Naturaleza, la vida campestre y la paz. La elegía I, 3, para muchos la reina de las elegías latinasl, la escribe en la isla de Corfú, Donde está enfermo; está llena de melancolía, de miedo a morir en la soledad, en tierra extraña, Lejos de su querida Delia, pero termina con un brote de esperanza en volver pronto a los brazos De su amada y reanudar su vida feliz.