La formación de los nobles en la sociedad feudal

Bastaba con nacer noble para disfrutar de esa categoría durante toda la vida y poder transmitirla a los descendientes. La función era ser guerrero. El noble se formaba para la guerra desde la infancia. El hecho de que esa función fuese la más valorada socialmente significaba que era una sociedad en guerra. Toda la estructura feudal está concebida en ese sentido. El prestigio que conferían las acciones guerreras nos ha llegado reflejado en los cantares de gesta, narraciones en versos de las aventuras más heroicas. Los ejércitos no eran tan numerosos como los actuales, normalmente reunían algunos cientos de hombres que formaban la hueste del rey o noble que dirigía la acción militar. Las familias nobles formaban a sus hijos desde la infancia para ser caballeros: nobles que asumían su misión de guerrero. Para serlo, necesitaban un largo periodo de entrenamiento. El joven entraba al servicio de su tutor como paje, para pasar a ser luego su escudero. En este tiempo aprendía a manejar las armas y a comportarse en la sociedad. Finalmente, recibía la investidura como caballero. La principal misión era la guerra, pero también tenían otras actividades para las épocas de paz, entre ellas las justas y los torneos. El matrimonio era uno de los principales medios por los que las familias nobles obtenían tierras y riquezas. La mujer administraba la economía doméstica, organizaba fiestas y banquetes. La formación cultural de la mujer era superior a la del hombre. A partir del siglo XII, las señoras acogían a trovadores y juglares.