Nuevo Empirismo arquitectura

Europa queda destrozada físicamente y moralmente, por lo que hay que reconstruir. Entra un desánimo sobre todo en el mundo intelectual, sin confianza en el ser humano. Las características formales de la arquitectura en los años 50 cambian. La capilla Ronchamp, de Le Corbusier, da un cambio radical o la Ópera de Sidney, de JØrn Utzon. Lo más importante es el abandono de la máquina, con modelos más abiertos. Se crea la gran importancia  de los contextos, lo vernáculo, lo propio, la expresividad más orgánica y más natural. En los materiales se trabaja mucho con las texturas que puedan crear esos materiales. Se empieza a 

recoger las ciencias sociales, ciencias para entender la sociedad.  Se ven mucho las fachadas lisas y funcionales. Se intentará buscar la industrialización y la uniformidad. Hay un abandono de las formas más cerradas, evitando de este modo la monotonía. El tratamiento de fachada y de cubiertas es muy expresivo y más abierto. Antes se valoraba el espacio, ahora es el concepto del lugar, el objetivo de los proyectos. La arquitectura se convierte en algo más concreto, más humano, lleno de cultura, de símbolos y con cualidades emocionales. Se trabaja la luz y los materiales en las obras arquitectónicas. Hay una revalorización del paisaje y la jardinería. El paisajismo en Europa  no se tenía tan en cuenta, excepto en los Países Escandinavos. La primera Modernidad estaba entusiasmada con la tecnología y una arquitectura de plano (diseñando desde el avión). Con la arquitectura visual y la tendencia a la abstracción y simetría. Sin embargo, en la segunda Modernidad, la arquitectura le da más valor a otros sentidos, como lo cultural, es más basada en la materia, en el tacto, la contextualización… Espacio existencial, no abstracto. La renovación de la arquitectura después de la Guerra nace de una reconsideración del movimiento moderno, pero no rompe con la primera modernidad, es solo una revisión de los problemas que se plantearon en la primera, desde el punto de vista de la reflexión. Tiene un funcionalismo donde no es el único objetivo. Es el principio de la reivindicación del concepto de la ciudad. Hay más coches, más problemas y se nota la contaminación en las ciudades. El concepto de la ciudad es el valor fundamental de la pre-existencia de lo histórico. Los centros históricos tienen la memoria de la ciudad. El resto de la ciudad no quiere que sea todo igual, sino que se trabaje cada uno de forma individual. El concepto en este urbanismo es el ambiente, lo que transmite el espacio con gente, espacio público. Es la suma de varios elementos.  

Le Corbusier intuía los cambios. Capta los primeros cambios de esta segunda Modernidad. Cambia su época maquinista por una  más madura. Experimenta la arquitectura paralela a los arquitectos jóvenes. Después de 1950 empieza la época más brutalista de Le Corbusier, se caracteriza, sobre todo, por el eso del hormigón bruto. Características: revalorización de la importancia de la imagen del edificio (dos capacidades de la forma: simbolismo y poética); exhibición de la estructura de la edificación (lo que construye la forma entre sí); y la valoración de los materiales en bruto (apariencia de asperidad del hormigón). Hay un lenguaje nuevo: fuerte simbólico, formas angulosas, texturas rugosas, mostrar las tripas del edificio (las instalaciones). El brutalismo no abandona el funcionalismo, pero sí los valores como el funcionalismo al 100 %. Le Corbusier es el primero en usar el hormigón en bruto. Lo usa en el pabellón de Suiza, la unidad de habitación y sobre todo en la capilla de Ronchamp (Francia). Le Corbusier experimenta e innova hasta el último momento, se reinventa. Una de las última obras (1958) fue el Pabellón de Bruselas, que es una síntesis en la arquitectura, es una escultura como tal.  El último libro que escribe es en 1965, <Último viaje a Oriente>. 

- Cabaña de Le Corbusier. Es una cabaña de 16 m². No tiene cocina porque había un bar cerca donde iba a comer, de este modo la casa solo lo usaba para dormir, leet, etc. Aquí fue donde murió (nadando en la playa). Es una cabaña que tiene mucho almacenaje y unas ventanas a modo de cuadros, como ya ha usado en tantas viviendas que construyó.