Porque cada persona vive su enfermedad de manera irrepetible
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LA CONVALECENCIA EN EL ENTORNO FAMILIAR
La recuperación es más rápida y menos traumática cuando tiene un lugar en el entorno familiar. Ello implica asumir por parte de los cuidadores en el hogar del paciente una seria de normas:
- Seguir las instrucciones del médico en lo concerniente a alimentación, movilidad, descanso, etc.
- No abusar ni abandonar los medicamentos del tratamiento.
- La persona que está al cuidado deberá mostrar confianza en la recuperación de la que está convaleciente. En cualquier caso deberá evitar el pesimismo como la excesiva ansiedad por la recuperación.
- El cuidador deberá fomentar la autonomía de la persona convaleciente, animándola a mejorar y graduando de manera decreciente las ayudas.
- Será importante proporcionar distracciones a la persona para que no se aburra como conversar con ella, ponerle su serie favorita, etc.
4.3.2 Los pacientes que presentan enfermedades crónicas.
El paciente crónico y sus carácterísticas:
El paciente crónico padece un trastorno orgánico y/o funcional, que probablemente lo afectará durante toda la vida ( o al menos durante varios años) y que modificará su modo de vida.
El tratamiento de estas enfermedades se orientará en varios frentes:
- Tratar y curar, si es posible, la propia enfermedad o los efectos derivados de ella.
- Evitar que la enfermedad progrese.
- Mejorar la calidad de vida de la persona, para que pueda llevar una vida lo más normalizada posible.
La persona enferma necesitará modificar sus estilos de vida y adoptar unos compatibles con su enfermedad (dietas, ejercicio físico, horarios, descanso, cambio de hábitos, etc.)
Para que el tratamiento altere lo menos posible la vida del paciente, en algunas ocasiones deberá aprender técnicas de autocuidado.
La asistencia de las personas que padecen enfermedades crónicas al centro sanitario e incluso su hospitalización tenderá a ser frecuente.
Consecuencias de la enfermedad crónica:
Puede incrementar el nivel de dependencia.
Algunos pacientes, a causa del recrudecimiento de la enfermedad, sufren disminución o pérdida de alguna función como la visión, la locución, la movilidad, etc.
También podrán tener problemas psíquicos como depresión, ansiedad, insomnio, etc.
Pueden aparecer diferentes temores o miedos:
- A la pérdida de la autonomía.
- A la aislamiento social.
- A la evolución de la enfermedad o los efectos secundarios de los tratamientos.
- A desfallecer y no poder soportar esa carga.
- A la pérdida de trabajo o falta de recursos económicos.
- A la renuncia de una vida mejor y la proximidad de la muerte.
4.3.3 El paciente terminal y sus características
El paciente terminal es alguien a quién se ha diagnosticado la muerte en un plazo no muy lejano.
- Presencia de numerosos y diversos síntomas que son multifactoriales, cambiantes y a menudo intensos; con un gran impacto en su modo de vida.
- Presencia de una enfermedad avanzada, incurable y progresiva, sin posibilidad razonable de respuesta al tratamiento específico.
- Gran impacto emocional sobre la persona enferma, familiares y equipo terapéutico.
- Consciencia de la cercanía de la muerte.