Sismología: Orígenes de los terremotos y prevención de los efectos destructivos

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La Sismología intenta determinar los orígenes de los terremotos y el modo de propagación de las ondas.


Entre sus objetivos se encuentra la prevención para atenuar los efectos destructivos de los sismos.


Es habitual que un sismo se produzca en los límites de las placas litosféricas (también llamadas placas tectónicas). Cuando al menos dos de estas placas interactúan, se acumula tensión en sus límites y luego se producen los desplazamientos. Para estudiar estas cuestiones, los expertos apelan a los sismómetros o sismógrafos.



Estos dispositivos permiten evaluar los temblores que provocan los desplazamientos de las placas tectónicas. Los sismógrafos, gracias a sus sensores, logran registrar las ondas sísmicas y pueden estudiar la propagación. El registro realizado por estas máquinas recibe el nombre de sismograma.



A partir de los conocimientos de la sismología y del funcionamiento de los sismógrafos, los terremotos comenzaron a calificarse de acuerdo a su magnitud:


  • La escala de Richter considerada según la energía liberada.
  • La escala de Mercalli que estudia los daños provocados son las populares.



DEFINICIÓN SISMO


Un sismo es un temblor o una sacudida de la tierra por causas internas. El término es sinónimo de terremoto o seísmo, aunque algunas regiones geográficas los conceptos de sismo o seísmo se utilizan para hacer referencia a los temblores de menor intensidad que un terremoto.


Todo sismo o terremoto se caracteriza por tener un hipocentro y un epicentro. El hipocentro es el punto de origen, y está ubicado en el interior de la tierra.


Una de las principales causas de los sismos es la deformación de las rocas contiguas a una falla activa, los procesos volcánicos, los movimientos de laderas y el hundimiento de cavidades cársticas también pueden generar sismos.



CONSTITUCIÓN INTERNA DE LA TIERRA


El conocimiento que actualmente se tiene del interior de la Tierra es el resultado de un gran número de estudios científicos, en su mayoría basados en la propagación de las ondas sísmicas a través de los materiales terrestres.


De esta forma ha sido posible determinar su composición y dividirla en varias capas concéntricas; éstas son:


a) Corteza


Esta comienza en la superficie y llega hasta una profundidad promedio de 35 km., pudiendo ser mayor en algunas zonas continentales como las cadenas montañosas y menor en los océanos donde llega a un espesor de 10 km. La corteza es completamente sólida y fracturable.


b) Manto


Comprende desde la parte inferior de la corteza hasta una profundidad de 2900 km. Debido a las condiciones de la temperatura y presión a las cuales se encuentran los materiales del manto, éstos se hallan en un estado entre sólido y plástico.


c) Núcleo externo


Tiene un espesor aproximado de 2300 km. y está comprendido entre 2900 y los 5200 km. de profundidad. Con base en datos sismológicos se ha podido inferir que es líquido. Esto puede deberse a condiciones de alta temperatura.


d) Núcleo interno


Este es el centro de la Tierra y tiene un diámetro de 2340 km. Según se ha calculado, se encuentra en estado sólido. Para los fines de la actividad sísmica es de particular importancia la cubierta rígida de nuestro planeta, constituida por la corteza y la parte superior del manto. Esta recibe el nombre de Litosfera y tiene un espesor promedio de 100 km.



Las placas tectónicas son aquellas porciones de litósfera que se ubican debajo de la superficie o de la corteza terrestre del planeta. Son de material rígido y se ubican sobre la astenósfera, una porción del manto terrestre mucho más profundo y complejo. Las placas tectónicas se encuentran encastradas unas contra otras y aunque son rígidas, no están sostenidas más que por la unión de unas con otras, por lo cual su movimiento es permanente y muy evidente o claro en algunas regiones del planeta. En la mayoría de los casos, el movimiento o desplazamiento de las placas tectónicas es milimétrico y no se siente en la vida cotidiana de las sociedades. Cuando estos movimientos se hacen evidentes para el ser humano debemos hablar de fenómenos tales como sismos, terremotos, tsunamis, etc. Muchas veces su movimiento también puede poner en acción a volcanes.


Hay dos tipos de placas tectónicas en nuestro planeta: las oceánicas y las mixtas. Mientras las primeras (que son las más extensas debido a la gran cantidad de agua que existe sobre la superficie de la Tierra) son aquellas que subyacen a los océanos, las mixtas pueden combinar en su superficie tanto océanos como superficie continental. Estas últimas son las más numerosas ya que encontramos muchas más bien pequeñas, pero en suma de extensión las primeras ocupan la mayor parte del territorio planetario.


Para una mayor eficacia en su estudio, los especialistas han dado nombres diferenciados a cada una de las placas aproximadamente a fines del siglo XX. Así, podemos hablar de la Placa Antártica (la más grande de todas y aquella que subyace al sur del planeta), la Placa del Pacífico, la Placa Norteamericana, la Placa Africana, la Placa Australiana, la Placa Sudamericana, la Placa Euroasiática y otras menores que unen a las más grandes entre sí.

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