El bienio reformista

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El bienio reformista (1931-1933).

El periodo comprendido entre abril de 1931 en septiembre de 1933 se conoce como bienio reformista o social-azañista. En esta etapa, el gobierno provisional experimentos importantes cambios inclinaban la política gubernamental hacia el centro- izquierda:
-la aprobación de los artículos 26 y 27 de la constitución, relativos a la cuestión religiosa como provoca la división (octubre de 1931) de Alcalá-Zamora y de Miguel Maura. Ambos pretendían liderar la derecha republicana.
-La negativa a seguir colaborando con los socialistas motivó la salida del gobierno de los ministros del partido radical, es decir, de Martínez barrio y Lerroux (diciembre de 1931). Éste último aspiraba a la presidencia al gobierno de pensaba que, desde la oposición, podía traerse y obtener el apoyo de la opinión pública republicana moderada para acceder al poder.
Pese a todo, Alcalá-Zamora fue elegido presidente de la República (diciembre de 1931-abril de 1936) mientras azaña ocupaba la presidencia al gobierno (hasta 1933)..

La reforma agraria.

La ley de reforma agraria pretendió llevar a cabo una de redistribución de la propiedad agraria, medida que se juzgaba urgente para satisfacer la demanda de los jornaleros sin tierras. Se aprobó en septiembre de 1932, pero en lugar de ceñirse al problema de los latifundios del sur de la península, se aplicó en todo el país de forma simultánea molestando innecesariamente a muchos pequeños y medianos propietarios, que, sobre todo en Castilla, se opusieron a ella. Los asentamientos de colonos se tramitaron con muchísima lentitud y en medio de una gran resistencia; además, las expropiaciones incluían indemnizaciones muy costosos. Finalmente el proceso se interrumpió casi completamente durante el gobierno de centro-derecha, a partir de 1934. En total, se produjeron algo más de 10.000 asentamientos, muchos menos de los previstos. A pesar de todo, las medidas sobre la propiedad agraria crearon una gran alarma entre los terratenientes y unas enormes esperanzas entre los jornaleros, sin satisfacer ni a unos ni a otros.




La reformas laborales.

Fueron promovidas por largo caballero, líder de la UGT, desde el ministerio de trabajo. Esta reforma es crear un nuevo marco de relaciones laborales entre empresarios y trabajadores; además, llevar los beneficios de la legislación laboral al campo, donde era prácticamente desconocida.
Las principales medidas adoptadas en este ámbito fueron las siguientes:
-la ley de contratos de trabajo. Daba prioridad a los convenios o contratos colectivos en las empresas y ramas industriales para establecer las condiciones de trabajo. Para ello, era esencial que los trabajadores se asociaron en sindicatos que negociaran con la patronal y dialogarán con las autoridades. Esta medida favorecía a la UGT, que vio crecer considerablemente su número de afiliados en los años 30; sobre todo en el campo, a partir de la creación de la Federación nacional de trabajadores de la tierra (FNTT) en 1930.
-La ley de jurados mixtos. Reforzaba la medida anterior, pues creaba los jurados mixtos, visiones muy semejantes a los comités paritarios de la dictadura, en los que la administración estatal, junto con los obreros sindicados y los patronos, arbitraría soluciones a los conflictos laborales. Los jurados también beneficiaron a la UGT, ya que las CNT no participaba en estos organismos políticos. Otras reformas previstas, como la ley de intervención obrera, por la que los trabajadores serían copartícipes de la gestión de las grandes empresas, o la creación de un seguro de desempleo, no pudieron aprobarse.

De aplicación exclusivamente rural sobre la ley de términos municipales (que obligaba a los patronos agrícolas a emplear en primer lugar a los obreros de su término municipal); la de laboreo forzoso (establecía que los propietarios realizada, bajo la vigilancia de una comisión local, cuánta labor fuera necesaria para cultivar adecuadamente las tierras); o la de accidentes de trabajo en el campo y la imposición de la jornada laboral de ocho horas en la agricultura.
Éstas medidas fueron tan relevantes alterar el orden social en el campo como la reforma agraria.

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