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La fe es personal no queremos decir que es algo que pertenece al ámbito de lo privado, que personalizo y hago a mi medida, sino que afirmamos que es personal en el sentido de mi adhesión libre.

La fe es eclesial y no podemos vivir nuestra experiencia personal de fe y encuentro con Cristo si no es en comunidad; la fe cristiana se vive y se realiza en la comunidad de los creyentes en Jesús: la Iglesia.

Fortaleza personal: El amor por el aprendizaje es una de las fortalezas comprendida dentro de la virtud de la sabiduría. La pasión por aprender es una cualidad propia del ser humano que nos ayuda a realizarnos como personas y a ser más felices. Desarrollan una mayor salud mental y física a lo largo del tiempo y previenen deterioros cognitivos en su futuro como personas mayores

El sacramento es un símbolo que hace presente a Dios, una realidad que une al ser humano con Dios.

Símbolo: El olivo y el aceite, carácterísticos de la cultura mediterránea, encierran una simbología relacionada con la vida, la salud, el bienestar y la paz. En los sacramentos se emplea para ungir (consagrar) en el Bautismo, la Confirmación, la Uncíón de enfermos, y en el sacramento del Orden para consagrar las manos de los ordenados.


Sacramentos de Iniciación: Bautismo: Es el nacimiento a la vida nueva en Cristo, por el cual somos hechos hijos de Dios. Somos incorporados a la familia de la Iglesia, nos quita el pecado, recibimos el nombre de cristianos y somos consagrados a una vida nueva. El signo del agua bautismal expresa renovación, regeneración, a la vida nueva de Cristo. - Sacramento de la Confirmación: Confiere crecimiento y profundiza en la gracia recibida en el Bautismo, nos une más firmemente a Cristo, aumenta el don del Espíritu y refuerza nuestra adhesión a la Iglesia. (Koinonía). Es común-uníón entre Dios y las mujeres y los hombres que compartimos la fe. - Sacramento de la Eucaristía: Es el corazón y fuente de la vida de la Iglesia y del cristiano. Es Cristo mismo quien se nos da como alimento: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo» (Jn 6,51), por tanto, comemos el Cuerpo de Jesús. Se le llama comunión porque nos une a Cristo y a su Iglesia. Refuerza la uníón con Dios que necesitamos para afrontar el camino de la vida con sentido y esperanza.


Sacramentos de Curación: - Sacramento de la Reconciliación: Es llamado sacramento de la conversión porque nos acerca al encuentro con Jesús cuando nos hemos alejado de él. También llamado de penitencia, de confesión o simplemente de perdón. Es Dios mismo quien sale a nuestro encuentro para sanar nuestras heridas con su misericordia y recuperar la comunión perdida. - Sacramento de la Uncíón de los Enfermos: La compasión de Cristo por los enfermos y sufrientes y su infatigable esfuerzo por aliviar a los que sufren sigue estando vigente en la acción de la Iglesia que reza y acompaña al que sufre, dispensando el sacramento de la Uncíón de los enfermos

 Sacramentos de Vocación: - Sacramento del Orden Sacerdotal: La Iglesia hace presente la misión confiada por Cristo a sus apóstoles gracias al sacramento del Orden sacerdotal. Es un sacramento al servicio de la comunidad cristiana. Comprende tres grados: episcopado, presbiterado y el diaconado. Jesús se hace presente en medio de nosotros a través de los hombres que han recibido el sacramento del Orden. - Sacramento del Matrimonio Esta aspiración tan profundamente humana y universal fue elevada por Cristo a la dignidad de sacramento: el Matrimonio. El amor mutuo entre el hombre y la mujer se convierte en la imagen del amor con el que Dios los ama

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